La coordinación de actividades empresariales (CAE) es un requisito legal fundamental para garantizar la seguridad y la salud laboral cuando varias empresas desarrollan actividades de forma simultánea en un mismo centro de trabajo. Su objetivo es evitar riesgos derivados de la interacción entre trabajadores, maquinaria o procesos distintos y asegurar una colaboración eficaz y segura entre contratistas, subcontratistas y proveedores.
¿Qué es la coordinación de actividades empresariales?
La CAE consiste en el conjunto de medidas, procedimientos y responsabilidades que aseguran que las empresas que coinciden en un mismo centro de trabajo lo hagan en condiciones de seguridad. Incluye la transmisión de información preventiva, la definición de protocolos conjuntos y la verificación del cumplimiento de las medidas acordadas.
¿Cuándo es obligatoria la coordinación de actividades empresariales?
La coordinación debe establecerse siempre que dos o más empresas —contratas, subcontratas, proveedores o autónomos— desarrollen actividades que puedan interferirse o generar riesgos mutuos.
Ejemplos habituales:
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Obras de nueva construcción, reformas o instalación de servicios.
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Mantenimiento o revisiones en instalaciones industriales.
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Limpiezas técnicas o trabajos en altura.
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Acceso a espacios confinados o uso de maquinaria pesada.
En resumen: cuando existe concurrencia de empresas y riesgo compartido, la CAE es obligatoria.
Designación de responsables en la CAE
Antes de iniciar las actividades, debe designarse la persona o entidad responsable de la coordinación. Esta función puede recaer en:
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La empresa titular o promotora del centro de trabajo, si dispone de medios adecuados.
- Una empresa externa o consultoría especializada, contratada para gestionar la coordinación.
Lo importante es que exista una responsabilidad definida y con autoridad para solicitar, verificar y organizar la documentación y medidas preventivas.
¿Quién puede asumir la coordinación de actividades empresariales (CAE)?
La responsabilidad de la coordinación de actividades empresariales puede recaer en diferentes figuras dentro o fuera de la organización, siempre que cuenten con la formación, experiencia y competencias necesarias en materia de prevención de riesgos laborales. Estas pueden ser:
- Trabajadores designados por la empresa titular o concurrente
- Miembros del servicio de prevención propia de la empresa
- Técnicos de un servicio de prevención ajeno
- Profesionales de la empresa titular o concurrente que, aun no formando parte del servicio de prevención, dispongan de la cualificación y experiencia adecuadas
- Otros trabajadores de la empresa titular capacitados para coordinar
- Empresas externas especializadas en la coordinación de actividades empresariales
Lo fundamental es que quien asuma esta función disponga de la autoridad, los conocimientos técnicos y la capacidad de supervisión suficientes para garantizar que las medidas preventivas se aplican de manera eficaz.
Funciones principales de la coordinación de actividades empresariales
Entre las tareas más relevantes de la CAE se encuentran:
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Identificación y evaluación de riesgos compartidos entre empresas concurrentes.
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Establecimiento de una comunicación fluida entre titular, contratistas y trabajadores.
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Planificación e implantación de medidas preventivas y correctoras.
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Supervisión del cumplimiento de las normas de seguridad (EPI, señalización, formación, permisos de trabajo).
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Seguimiento de incidencias y actualización de protocolos en caso de cambios.
- Gestión de la documentación CAE: registros, informes y acreditaciones de las contratas.
La coordinación no debe entenderse como un simple intercambio documental, sino como un proceso preventivo activo y continuo.
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